1918. Desde Soba. Los temporales.
DESDE SOBA
Los Temporales.
La gran nevada que en los primeros días de este mes ha caído, ha venido á acrecentar la aflictiva situación de los labradores y ganaderos de este valle á causa de la falta de cebas. Ganadero hay que, poseyendo quince ó veinte cabezas de ganado, se encuentra con los pajares completamente limpios. El desnieve ha comenzado lento; pero si, lo que Dios no quiera ( y los anuncios de perturbaciones atmosféricas parece que nos están diciendo que sí) vuelve de nuevo la nieve, por poca que sea, las consecuencias serán fatales; el ganado perecerá en los establos, sin remisión, pues ni hay heno, ni piensos, ni donde adquirirlos á ningún precio. ¡Y pensar que en las estaciones de Castilla se está perdiendo la paja por no poder transportarla y aquí muriéndose el ganado de hambre!. ¡Pobre España, cómo te tienen tus mangoneadores políticos!.
La línea de coches de este valle á la estación de Gibaja, sigue suspendida, y seguirá por bastante tiempo, pues en la carretera hay más de un metro de nieve en general, habiendo puntos donde pasa de ocho metros, según nos comunica uno de los dueños de los coches. Y menos mal que, gracias á la buena voluntad de los contratistas del correo, éste no se ha suspendido, haciéndose peonilmente y con grandes dificultades.
Aunque tenemos noticias de varios animales que han perecido, sobre todo yeguas, de las quedarán muy pocas si esto sigue, no las tenemos, felizmente, de ninguna desgracia personal, aunque no será difícil que haya sucedido en alguna cabaña de las montañas, que hoy se hallan incomunicadas.
De La Gándara nos comunican un caso, que da idea de la magnitud del temporal, rogándonos le demos publicidad en EL CANTÁBRICO, lo que gustosos hacemos para satisfacción de los protagonistas. El día 5 salieron 32 vecinos de Cañedo, Hazas y San Martín á trasladar á poblado una hermosa vacada que la vecina de este último pueblo, doña Clotilde Sainz tenía, expuesta á perecer, en una cabaña á tres ó cuatro kilómetros de distancia. A pesar de ser tantos, viéronse en trances apuradísimos, estando á punto de perecer de frío y fatiga Ildefonso Gómez, Manuel Lavín, Manuel Ibáñez y Bonifacio Pérez, salvándose gracias á la abnegación de sus convecinos Juan Galar, Valentín Pascual, José Velasco é Ignacio Santander, quienes, con exposición de sus propias vidas, consiguieron trasladarlos en hombros á Cañedo, donde fueron convenientemente atendidos. Nuestra felicitación á los que con su arrojo y valentía evitaron un día de luto.
A LOS REPRESENTANTES EN CORTES
A la ruina ganadera seguirá irremisiblemente la miseria general, pues careciendo los ganaderos de forrajes, como decimos, tienen que dar á sus ganados, si no quieren verlos morir, los alimentos que para sí necesitan, como patatas, maíz, trigo, etc. ¿Y con qué han de alimentar los labradores pobres á sus hijos hasta la recolección de la nueva cosecha, que aún no se ha sembrado, si en todo Soba, con ser un valle importante, no hay dónde ganar un triste jornal?… Indispensable se hace que los representantes de la provincia en Cortes, sobre todo los señores Pico y Aznar, cuya actividad en favor de este partido es manifiesta, recaben del Gobierno la promoción vigente de alguna obra pública que atenúe la calamidad que se avecina á pasos agigantados. La prolongación de la carretera de Regules á La Gándara por San Pedro, por ejemplo, está estudiada y aprobada, pendiendo sólo su construcción del anuncio de subasta en la «Gaceta». ¿No podrían conseguir los señores dichos que se subastara?. Ellos tienen la palabra.
EL CORRESPONSAL
Soba, 9 de marzo de 1918.
El Cantábrico – Diario de la mañana -Año XXIV – Número 8970 – 11 de Marzo de 1918.